31/3/11

La simplificación que lleva al desorden


















La evolución de la sociedad a lo largo de la historia se ve reflejado en un sin número de espacios.
Por una parte, las marquesinas construidas en los años 40 tenían una morfología que delimitaban un claro espacio en el que las personas debían realizar la acción para la que es diseñada el espacio: esperar el transporte público.
Cómo todo en aquella época, las normas, las restricciones, también se veían reflejados en la arquitectura. ya que cualquier aspecto venía supeditado por unas estrictas y severas normas impuestas sin dejar libertad al individuo. Obviamente que el usuario podía esperar el autobús fuera de ésta marquesina, pero el espacio creado era mucho mas contundente.






















Con el paso de los años la simplificación de todo lo que nos rodea, hace que éste espacio se distorsione y los límites se pierdan, haciendo que el usuario sea capaz de utilizar el espacio de una manera autónoma sin una imposición tan clara cómo años atrás.


























La falta de espacio y las necesidades han cambiado ya que el número de usuarios que utilizan el transporte público en las ciudades a aumentado.
Es por ello que la simplificación de éstos espacios era necesaria, para reducir su tamaño.





















En la actualidad, encontramos ésta simplificación en las marquesinas, que se han creado a partir de un elemento vertical que simplemente señala el espacio de una forma ínfima, sin delimitar una zona de espera, esperando que el usuario adopte una posición de expontánea y autónoma.























Con el paso del tiempo puede que lo que antes era un espacio y ahora es un objeto pase a ser una simple aplicación lumínica que señale en la ciudad el espacio dónde para el transporte público y que mediante tu propio móvil puedas conocer el número de autobus que por alli transita, el tiempo de espera o el recorrido.
La simplicación elevada al máximo exponente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario