CONCLUSIONES
Una de las cosas que más me sorprende de la señalética que se encuentra en las Ramblas es la determinación de lugar y numerología de las estatuas humanas. La placa en cuestión es muy pequeña y casi no se ve. Queda muy bien integrada en el pavimento y sirve únicamente para los estatuistas que saben que número les pertoca, y por tanto están perfectamente estudiadas. La regulación de las estatuas humanas es cosa de hace pocos años, cuando el ayuntamiento se dio cuenta del importante capital que se podía sacar con la que se había convertido en la atracción mas conocida de las Ramblas por los turistas.
La cultura del estatuista también ha ido creciendo y ampliándose. Podemos encontrar personajes de lo mas increíbles i fantasiosos que llegan al nivel profesional de la caracterización y el teatro. Algunas han llegado a hacerse famosas y copiarse en otras ciudades del mundo. A nivel tecnológico también han evolucionado, hay trajes que llevan instalado en la parte trasera un sistema de refrigeración para que la persona no pase calor dentro del traje.
Los materiales que se utilizan en la mayoría de señaléticas institucionales son nobles y no afectan al contexto donde están colocadas. No llaman mucho la atención. Algunas perduran bien con el tiempo, otras están mas marcadas dependiendo de dónde están situadas. Existe un formato base para las diferentes tipologías.
En contraposición están las demás señalizaciones como las de tráfico, que son muy vistosas e incluso incluyen iluminación.
El nivel de información que hay en la Ramblas es muy grande. Muchos comercios y servicios se publicitan con carteles en todo el recorrido de la calle y está tan sumamente masificado que al final acaban por anularse. Hay tanta información que cuesta reconocer algo especifico.
Hay el caso de algunas señalizaciones que están muy mal planteadas, como un cartel de pequeño formato, fondo blanco con tipografía en amarillo claro. Es casi imposible de descifrar según la luz que le de y lo cerca que estés.
Hay también una serie de información codificada que solo se puede entender si sabes las normas para descifrarlo, es el caso de la numeración por código de barras de las farolas.
También son curiosos los elementos iconográficos que se encuentran. Son pocos y están en zonas aleatorias de la calle. No sé si quieren decir algo o son simplemente un resultado de la propia transformación de la ciudad, de baldosas, pintadas, grietas...
La transformación que sufren los rótulos de las tiendas se ve en algunos casos como cuando se traspasan o cambian de propietarios. Los restos de los rótulos quedan todavía impregnados.
Toda la señalética histórica e institucional está escrita en catalán.
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